La educación en Grecia y Roma se centraba en el desarrollo del intelecto y el cuerpo a través de la gimnasia, la música y las artes liberales. Los niños asistían a la escuela primaria para aprender las bases de la lectura, la escritura y el cálculo, mientras que la educación superior en retórica, filosofía y derecho estaba disponible para una élite en Atenas y otras polis griegas, así como en las universidades romanas.